Es fácil pasear por el barrio judío de París y darse cuenta del entramado tortuoso de las calles para luego salir a la amplitud de los majestuosos bulevares. Pero de lo que no somos conscientes es de que todo forma parte de un programa urbanístico que se ha ido modificando, ampliando, yuxtaponiendo y transformando a lo largo de los siglos. Siguiendo con el ejemplo de París, es radical la modernización de la ciudad a manos de Haussmann en el XIX: calles ortogonales, avenidas como grandes arterias de la ciudad, unificación de los edificios en altura...Un plan que era el reflejo del poder y de la época progresista de Napoleón III. Una de sus actuaciones estelares, y nunca mejor dicho, es la transformación de la plaza de la estrella. Hace salir del Arco del Triunfo doce calles radiales que se unen con los puntos neurálgicos de la ciudad.
Vista aérea de la Place de l'Etoile. Paris |
Anteriormente, en el siglo XVIII se había ideado otro monumento que pensaba ocupar el lugar del Arco del Triunfo. ¿Una columna?¿Un obelisco?....Pues no podía ser de otra manera: un elefante colosal de tres pisos comunicados por una escalera de caracol expulsando agua por la trompa.Una genialidad barroca que lamentablemente no se llegó a construir, como las mejor de las utopías. Pero más tarde Napoleón colocó uno en la plaza de la Bastilla. El elefante de nuevo como hito urbano para marcar los puntos emblemáticos de la ciudad. Este último llevaba una torre a sus espaldas, más en la linea del Elephant and Castle londinense, del que ya hemos hablado.
No tengo que decir que éstos dos últimos ejemplares, acaban de pasar a formar parte de mi colección de elefantes singulares que mencionaba en otro post.
L’elephant triomphal, Charles-François Ribart 1758 |
Elefante de la Bastilla. 1813 y demolido en 1846 |
Neuf Brisach por Vauban 1697 |
Este modelo centralizado es el que se extiende por Hispanoamérica en las ciudades coloniales de nueva planta como Trujillo del Perú, Cartagena de Indias, Lima, Arequipa, Potosí por citar algunos ejemplos, aunque no se produce de manera tan regular como en Europa que llega a tener un trazado de estrella perfecto.
Todas estas ciudades utópicas, estrella, estrelladas, tienen su referente en toda la tratadista humanista del Renacimiento.El modelo de ciudad ideal es la proyectada por Filarete a la que llamó Sforzinda, bautizada en honor a su mecenas.
Sforzinda por Filarete 1465 |
Palmanova por Scamozzi 1593 |
Su creador fue Vicenzo Scamorzzi ( 1548-1616) y quiso que fuera además de una ciudad estratégica y fortificada, un modelo de bienestar social, símbolo de la sociedad humanista. Por eso, le da mucha importancia a la plaza, centro de la estrella, donde se reúnen todos los poderes civiles y del Estado. Su forma es la más perfecta de las utopías: una polígono de nueve puntas, radiocéntrica, con plaza hexagonal y uniformidad de alturas.
Para finalizar, podemos llegar a la conclusión de que siempre hay excepciones que confirman la regla, siempre hay utopías que se logran o al menos que se intentan construir, aunque queden a medio camino, como el caso de Ledoux. En definifiva, algunos sueños se cumplen y forman parte de la historia, en forma de estrellas.