miércoles, 27 de mayo de 2015

Poesía



Pura poesía. Es así como describiría las fotografías de Paz Scriphova si pudiera encontrar las palabras. Aunque sus imágenes valen más de mil. No basta con estar en el momento adecuado. No basta con dominar la técnica. Ella tiene el don de la sensibilidad, de mirar más alla y enseñarnos su visión del mundo a través de la lente.

Paz es una narradora de historias. De historias bonitas. Parejas que se prometen amor eterno, que esperan su primer hijo,  reencuentros, amistades,y también de proyectos muy interesantes sobre su vuelta a su Laos natal, del que tuvo que huir con su familia como refugiada política o proyectos experimentales con una cámara de video en la que nos colamos como ¨voayeurs¨ o pasajeros en un día cualquiera de su vida.

John Berger menciona en su Teoría de lo visible  que el éxito del artista radica en conseguir crear un mágico encuentro o colaboración entre el artista y el modelo. Y es esa magia la que está presente en las fotografias de Paz. Porque se necesita magia para ser capaz de fotografiar lo invisible, para fotografiar las emociones, que se nos escapan y no son eternas. Esta reflexión no deja de tener ese matiz melancólico que tanto me gusta porque es como si quisierámos guardar a través de las imágenes la frágil felicidad de momentos no volverán.

Utiliza encuadres poco convencionales y algunas de sus imágenes se salen del discurso, del transcurso de la historia porque tienen tanta fuerza que hablan por si mismas. Una mujer sumergida en el agua como la dulce Ofelia, un hombre contemplando a través de una puerta que separa dos mundos , un bodegón de juguetes en una silla, un mosquetero que come en una mesa cuando sus compañeros se han ido a jugar......son escenas que dejan de formar parte de sus reportajes para detenerse y mirarlas y volverlas a mirar....como quien reele un libro de poesía, y es un privilegio poder estar en una de sus páginas.












sábado, 9 de mayo de 2015

Vivir dentro del cuadro


Visitar una de las regiones menos turísticas de Francia puede convertirse en una verdadera experiencia estética. La gran desconocida: Franche Compté. Quizás algunos arquitectos se dejen caer por Ronchamp para ver la capilla de Le Corbusier o acercarse a las Salines de Chaux para ver la ciudad utópica del visionario Ledoux. Pero no muy lejos, en la misma región del Franche Compté se puede vivir dentro de un cuadro.

Y es que toda la belleza de sus paisajes, la pureza del aire, el murmullo del agua, el silencio de las montañas que te hace sentir insignificante, te gustaría por un instante poder guardarlos en una cajita para más tarde abrirla para revivir los recuerdos. Pero esto ya lo hizo Courbet en sus cuadros y es un privilegio sentir que estás en uno de ellos, como si te mimetizaras con su entorno, con lo que él ve y lo que siente.

Estos paisajes que rodean su ciudad natal fascinaron al artista toda su vida. Tenemos que transportarnos a su época para ver lo que tienen de revolucionarios. Como sus compañeros de Barbizon, sale a pintar con sus lienzos directamente a la naturaleza, al " plein air", cosa que antes no se hacía. Pero lo más importante es que su pintura es moderna. En sus paisajes no hay héroes ni dioses. Los dioses han muerto. Han desaparecido de la pintura.

Sus ideales revolucionarios están también plasmados en su pintura que se puede entender como un canto a la libertad de inspiración o como una democratización, tal y como hace con el famoso entierro de Ornans al dale un formato gigante y dignificar a los lugareños del pueblo como si fueran héroes de la mitología. Y es en Ornans, su ciudad natal donde se puede visitar un pequeño museo con alguna de sus obras. Aunque sólo hay que darse una vuelta por los alrededores para meterte dentro de ellas.



¡Hay un montón de imbéciles que se imaginan que un paisaje se hace así sencillamente! Toman una caja de pintura y van a plantarse, a veces en un país, a veces en otro. Ellos traen sus cuadros y le dicen: ese es Venecia, ese es los Alpes. ¡Pues bien, todo esto es un relajo! Para pintar un país hay que conocerlo. Yo conozco a mi país, yo lo pinto. Los bosques, son los nuestros. Este río, es la Loue, vaya a verlo, y usted reconocerá mi cuadro.









domingo, 29 de diciembre de 2013

Ya vienen los Reyes

Todos los años, por estas fechas me gusta dedicar un monográfico de la Navidad en mis clases de español para extranjeros. Me gusta enseñar expresiones y costumbres que tenemos en España : villancicos, polvorones, turrón, belén, zambomba (siento predilección por la palabra)...Y especialmente me gusta explicar la importancia de los Reyes Magos en España porque es una tradición muy nuestra y que espero no rivalice demasiado con la figura de Papá Noel.

Por lo menos las últimas navidades en España ya había Reyes Magos trepadores de ventanas como adorno navideño que competían con las subidas de Papá Noel escalador. Como dice mi madre, escandalizada al ver Panettones italianos en los supermercados españoles, tanta globalización va a acabar con nuestras costumbres.

Por eso, me gustaría dedicar esta entrada a reivindicar la figura de estos tres personajes tan importantes para nosotros desde niños. Su iconografía ha variado mucho desde sus orígenes, incluso antes de la Edad Media llegaron a ser cuatro y hasta el siglo XIV no se representó la raza negra. La escena de la Epifanía, simboliza la universalidad de Cristo y las tres edades del hombre.

Estamos acostumbrados a verlos siguiendo la estrella, en camello y postrados ante el niño. Pero cuál fue mi sorpresa al entrar en la Abadía de San Abbondio de Como y encontrarlos durmiendo a pierna suelta en la misma cama. ¿ Eran tan modernos en la Edad Media como para ser el icono gay medieval?

Basilica de San Abbondio.Como. Frescos del ábside s.XIV


El caso es que se trata del sueño de los Reyes Magos, que hace alusión a la aparición de un Ángel durante sus sueños, tras haber adorado al niño. Y les aconseja cambiar la ruta de vuelta para evitar a Herodes quien ha iniciado la Matanza de los inocentes buscando el lugar del nacimiento de Cristo.

Es una escena raramente representada, que nos encontramos en algunas jambas o relieves románicos. La iglesia de Santo Domingo de Soria s. XIII o la Catedral de Autun son algunos de los ejemplos. Los Reyes duermen compartiendo el mismo lecho pero recatados, aunque las representaciones pueden ir subiendo de tono y nos hacen cuestionarnos si nuestras próximas cartas las dirigimos a "Oriente" o " la Plaza de Chueca".
Marga en su blog Harte con H nos lo explica con pruebas irrefutables como El Libro de Horas de Tymouth s XIV.

Libro de Horas de Tymouth. s. XIV

¡ Feliz día de Reyes!

viernes, 3 de mayo de 2013

Si las paredes hablaran....

A Renate

Si las paredes de una casa hablaran podrían contarnos muchas cosas acontecidas a lo largo de los años dentro de sus muros, la historia de varias generaciones. Sería una bonita e interesante conversación y ya tendría una lista de preguntas al respecto. Pero a falta de pruebas que te hablen del más allá, decidí investigar en los archivos sobre la historia de una de las antiguas casas que todavía sigue en pie en el Monte de Sancha de Málaga.

Saber más acerca de esta casa es una historia que siempre me ha fascinado, no sólo por la investigación histórica, que me apasiona, sino especialmente por el vínculo familiar que me une a ella, ya que esta casa de grandes proporciones y tejados de madera ha sido testigo de la vida de mis abuelos, la infancia de mi padre y muchos momentos especiales en mi vida que me gusta recordar.

Nos sorprende por su estilo arquitectónico. Su gran armazón de madera con las tejas perfectamente delimitadas, su escalinata de piedra, sus contraventanas de madera, techos altos, paredes estucadas y  frisos modernistas.¿Qué hace una casa propia de los lagos alemanes o praderas suizas, frente al mediterráneo y en medio de un monte? Puede resultar algo insólito en una ciudad tan calurosa como Málaga. Pues bien, tal y como explicaba en mi entrada anterior, la razón de este tipo de construcciones se debe la oleada de familias extranjeras que trasladaron aquí su residencia con motivo del empuje industrial de la ciudad a finales del siglo XIX. En el ensanche de Málaga, el paseo de Reding, Sancha y Limonar han sobrevivido algunas villas que fueron construídas por la burguesía de entonces y que formaron parte de un momento de esplendor urbanístico. Éstas pueden clasificarse dentro del estilo ecléctico del s.XIX.

Anteriormente a mis abuelos, la casa había pertenecido a D. Jose Lazárraga y Abechuco. Un ilustre médico de origen vasco  que convirtió la casa en clínica y fue honrado con la medalla del mérito al trabajo por su dedicación con los enfermos militares durante la guerra civil. Y lo más remarcable es que allí mismo murió Manuel Báez, el Litri, en 1928, cuando fue trasladado desde la Plaza de Toros por la herida de una cornada en la pierna.

Las historias que contaba mi abuela o los vecinos al respecto no hicieron más que aumentar mi curiosidad por la historia de la casa. ¿Quién había vivido allí?¿ Quién la mandaría construir?¿Quién habría sido el primero en contemplar las vistas del mar enmarcadas por sus grandes arcos de madera? Toreros, hospitales..... pero lo mejor de la historia estaba aún por descubrir.

Mis abuelos Emilio y Mercedes en la terraza de la casa


Tras mis indagaciones en los archivos descubrí al primer dueño. Maximiliano Braussewetter y Saumier, un médico y escritor alemán que compró con treinta y siete años, unos terrenos a Jose María de Sancha en el Monte del mismo nombre. Es allí donde decide construir su residencia y para ello manda llamar a un  familiar que era arquitecto en Berlín. No pudo llamarse de otra manera que "Villa Alemana" ya que construye una casa solariega al más puro estilo alemán. La casa  se adaptaba a las irregularidades del terreno algo abrupto por lo que tuvo que construir la casa en altura. Por eso, para acceder al jardín de entrada hay que subir varios tramos de escalera.
Maximiliano estaba casado con Amgond Liemmering y tuvieron varios hijos, pero fueron Hans y Renate los que han pasado a la historia.. La familia disfrutaría de la casa durante unas décadas hasta su vuelta a Alemania con motivo de la Primera Guerra Mundial.

Málaga 1900. La flecha señala el lugar de construcción de la casa.

Maximiliano Brausewetter y sus hijos en el Jardín de Villa Alemana


Lo más sorprendente fue que en mi búsqueda de datos sobre esta familia, localicé a a la misma Renate todavía con vida. Vivía en una residencia de Lind am Rhein  a sus cien años de edad. El hermano mayor de mi padre viajó hasta este pequeño pueblo alemán para conocerla personalmente. Allí le habló de la apasionante vida que había llevado mientras le enseñaba fotos antiguas de su infancia que guardaba como un tesoro.

Y es que los muros de esta casa vieron nacer a una estrella. Renate había destacado junto con su hermano Hans en los primeros pasos del cine mundo alemán. Ellos contribuyeron al esplendor de una época, el expresionismo de Murnau o el realismo social de Pabst o Alexander Korda.  Aparecieron junto a Greta Garbo o Marlene Dietrich. Renate seguiría los pasos de su hermano del que hablaba con admiración. Estuvieron muy unidos personal y profesionalmente. Hans murió tragicamente en 1945 por el alcance de una bomba y fue un duro golpe para ella.


Greta Garbo y Renate Brausewetter en La calle sin alegría 1925
Hans y Renate en los años 20

Renate, llena de emoción recordaba su infancia en aquella casa de Málaga en la que había nacido y que llamaba "el paraíso". Nunca quiso volver para mantener intactos los recuerdos que guardaba, pero cuando falleció en el 2006 y fue trasladada a su tierra natal y enterrada en el Cementerio Inglés tal como ella pidió. Con motivo de su entierro, su familia y descendientes visitaron "Villa Alemana" y comprobaron todo lo que ella les había contado.

Aunque las paredes no hayan hablado, me conformo con saber que sus muros vieron nacer a Renate, una estrella del cine mudo, que llevaría siempre los recuerdos de la casa en su memoria. Muchos libros nos cuentan historias inverosímiles e interminables de familias y de generaciones como los Bruddenbrock de Mann o la Saga de los Forsyte. Pero en algunos casos la realidad supera la ficción. Y aunque sólo sea brevemente y en un artículo de mi blog, es un placer contar la historia de una casa a través de generaciones, y que además sea cierta.

domingo, 17 de marzo de 2013

Sólo en Málaga

Sólo en Málaga te puedes sentar a escuchar el sonido de las olas al borde del mar y pedir un espeto de sardinas cuando no haya "terral". Sólo en Málaga puedes comprarle una biznaga a José, nuestro biznaguero más internacional, echarte una "pechá" de reir con él, cuando te explica el trabajo que lleva eso. Sólo en Málaga puedes pedir un "sombra y mitad" en un bar "perita" de la calle Larios "petao" de gente o esperar al autobús, "emmallao" de calor con la "bulla" para  subir el primero entre "limonetis" y "chusmones".  Pero.... ¡ Qué me gusta a mí Málaga!

La última vez que estuve, fue un redescubrimiento de la mano de mi amigo Jose Antonio, que me enseñó lo bonito que habían dejado el centro después de su restauración. Daba gusto sentarse en las terrazas de la Plaza de la Merced, porque si hay algo que se sabe hacer es disfrutar de las buenas temperaturas tomando un vino en buena compañía como si se detuviera el tiempo.
Los desayunos en  La Chancla o los helados de mantecado siguen en Lauri  pero Málaga se ha trasformado. Hay una nueva Málaga y no lo digo sólo por su expansión por los barrios nuevos como Teatinos que se van expandiendo con mucha rapidez. Es digno de mencionar el museo Picasso tras su remodelación, la creación del Nuevo Museo de arte Contemporáneo o las obras en el Puerto, el antiguo "paseo de los curas" por el que corría cuando era pequeña mirando los barcos.

Y es que cuando más se echan de menos las cosas es especialmente cuando te faltan. Por esta razón cuando vives fuera de tu país, empiezas a valorar más todo lo que ha formado parte de tí y de tus raíces. Es lo que me pasa con Málaga. A pesar de no haber nacido allí y de mi innegable acento madrileño, la considero mi ciudad de adopción. Se trata de un sentimiento arraigo a los orígenes o a las costumbres familiares que se potencia cuando vives lejos.

Ahora, con los ojos de alguien que vive fuera de España, puedo entender las razones que movieron a muchos extranjeros a trasladar su lugar de residencia a la ciudad malagueña y emprender negocios hace ya dos siglos. Fue el caso de numerosas familias de alemanes e ingleses en su mayoría (Huelin, Gross, Krauel, Loring o Crooke) que impulsaron la Revolución industrial a finales del siglo XIX, especialmente en el sector textil o en las comunicaciones férreas (Álora, Cártama). Es entonces cuando se produce una transformación urbanística por parte de Reding que destruye parte de las antiguas murallas de la ciudad y deja paso a una zona más residencial llena de hoteles y villas privadas que hoy le dan un carácter especial a la ciudad a pesar de la especulación sufrida durante los años 70 con la construcción de grandes bloques de cemento.

Si das un paseo desde la Plaza de Toros por el paseo de Reding o de Sancha, todavía se pueden ver testimonios de aquella época. El antiguo palacio de Justicia que antes era el hotel Miramar. Mi abuela me contaba con detalle cómo se celebraban allí fiestas y bailes. El llamado desfile del amor, que es un edificio de la Belle époque donde tenían su primer pisito las parejas de recién casados. Más adelante, el Cementerio Inglés y la Cuesta de los ingleses. A lo largo del Paseo de Sancha hasta el barrio del Limonar aparecen salpicadas muchas villas del siglo XIX, únicas en su arquitectura, aunque algunas por su abandono o falta de restauración parezcan parte de un escenario de película de casas encantadas o fantasmas....Pero lo que más me llama la atención es la variedad o eclecticismo arquitectónico que las caracteriza. Algunas parecen las casas de indianos como las de Asturias, otras guardan similitud con la arquitectura vasca de entramados de madera en la fachada y otras fueron construídas en estilo neorrenacentista.

El paso de las familias extranjeras por Málaga no sólo ha dejado su huella en la arquitectura, o en los rasgos de muchos malagueños rubios, de tez blanca con ojos azules que llevando un apellido impronunciable te contestan con toda la gracia del acento malagueño.

Es curioso también cómo han evolucionado expresiones que hoy en día se consideran cien por cien malagueñas como el término merdellón , adjetivo despectivo que se refiere al que es ordinario y no tiene clase. Pero en realidad etimologicamente viene del francés Merde de Gents que es cómo se referían a los malagueños los franceses durante su ocupación en la guerra de la independencia. Del inglés tenemos otra expresión genial que aporta Álvaro de Riva al blog. se trata de Alikindoy que es estar al tanto, estar atento.Viene de look and do it, cuando los marineros ingleses daban órdenes a los malagueños que descargaban los barcos de mercancías en el puerto.

Málaga es una ciudad fantástica en todos los sentidos, con mucha calidad de vida porque sus habitantes saben vivirla. Y eso es algo que sabe y que envidia todo el mundo. Buena prueba de ello son los vuelos que salen "petaos" Suiza-Málaga en los que apenas hay plaza.




sábado, 9 de febrero de 2013

La muñeca de Kokoschka- No quiero pensar en tí si sólo eres una idea

Casi todo el mundo ha experimentado alguna vez la apasionante sensación de estar enamorado de lo inalcanzable. Lo llamamos amor platónico porque en realidad es una fascinación que está en el mundo de las ideas, en un plano superior, que no es real.
Pero además hay veces en las que la obsesión entra en juego. Y el sufrimiento. ¿Es necesario sufrir para amar? Es una buena pregunta que deberíamos hacerle a Kokoschka o a Juan Pablo Castel, protagonista de la novela de Sábato El Túnel.

En el caso de éste último, podemos hablar de platonismo, de amor existencial. En realidad apenas conoce a María, comienza a elaborar miles de fantasías sobre su persona, porque en definitiva le fascina lo que no conoce. Felicidad pero que llega a rodearse de dolor:

En aquel instante más que nunca sentí que jamás llegaría a unirme a ella de forma total y que debía resignarme a frágiles momentos de comunión como el recuerdo de ciertos sueños

El problema llega cuando quiere trasladar esa idealización al terreno de lo material, del día a día. Y eso es imposible. Él quiere poseer a Maria más allá de su cuerpo. Y por eso mismo no le da importancia a lo carnal, a los encuentros sexuales. Incluso llegan a ser un impedimento entorpeciendo esa búsqueda de lo absoluto. De hecho, es a partir del momento en que tienen relaciones es cuando empiezan a atormentarle las dudas, los celos:

Lejos de tranquilizarme el amor físico me perturbó aun más [....] de pronto se me ocurría que era una mujer cualquiera [...] llegué a gritarle puta [....] un largo cortejo de dudas desfilaba por mi mente, quería forzarle garantías de amor, de verdadero amor. 

Y la verdad es que impacta encontrar en la novela contemporánea una dimensión metafísica en la que el amor asume un carácter casi sagrado, platónico. Viene a mi memoria una película que ví de adolescente : Fanfan (1993) en la que el protagonista, Alexandre, se enamora locamente de Fanfan, pero ni si quiera quiere besarla para no destruir el ideal, el amor perfecto y absoluto que siente por ella. Y ella que no entiende tal perturbación sufre casi al borde de enloquecer porque piensa que su amor no es correspondido.

Porque resulta terrorífico y a la vez peligroso perder esa imagen ideal que has creado. Dice Sarah Polley en Mi vida sin mí (2003): Cuando miras a una persona, cuando la miras de verdad puedes ver el cincuenta por ciento de lo que es. Descubrir el resto es lo que empeora las cosas . Así que quizás sea mejor no sentir esa necesidad, no pensar, no sufrir . Sabia reflexión que hace Clint Eastwood en los Puentes de Madison (1995):  No quiero necesitarte, porque no puedo tenerte. O la serie de grabados de Sara Fonseca: No quiero pensar en tí si sólo eres una idea.



Sara Fonseca " No quiero pensar en tí, si eres una idea" 2011


La teoría para evitar ese sufrimiento es fácil. Pero la práctica es otra cosa. Kokoschka también sufrió.Y mucho. Su amor absoluto, motivo de su obsesión fue Alma Mahler era su amor absoluto. Llegaron a tener un apasionado romance que había comenzado antes de la muerte del compositor Gustav Mahler y que acabó cuando ella lo abandona por Gropius, el gran arquitecto creador de la Bauhaus. ¡Pobre Oscar! Su afán de posesión y de pertenencia hacen que el pintor encargase a Hermine Moss, una costurera de Munich, una muñeca tamaño natural con los rasgos de Alma. La vestía, le hacía compañía en el salón, le servía de modelo para sus cuadros y hasta corría el rumor de que asistía a la ópera con ella. Y es que cuando "el sujeto" es transformado en "objeto" peligran los ideales platónicos hasta llegar a la locura. Esta relación tempestuosa es reflejada por Kokoschka en su obra "La novia del viento" en la que se retrata junto a Alma como un barco a la deriva.

Muñeca de Alma Mahler por Hermine Moss 1918


sábado, 2 de febrero de 2013

Visionarios

Como he confesado anteriormente, si pudiera entrar en la máquina del tiempo, uno de los momentos escogidos sería asistir a una de las reuniones dadá que tenían lugar en los cabarets de principios del siglo XX. Los cabarets de entonces eran considerados lugares transgresores, casi clandestinos. Escándalo y excentricidad que se unían en figuras como la de Josephine Baker en el París de los años 20.

Pero hubo otro tipo de cabarets que sirvieron como lugar de reunión de artistas y pensadores que fueron los creadores del movimiento moderno. Aquí es dónde empezó todo. El desánimo, perdida de confianza e incertidumbre que se vivía en el periodo de entreguerras, influyeron para que un grupo de artistas con la misma ideología, iniciaran un movimiento llamado dadá. Se trata de una ruptura total con lo establecido, con el clasicismo y que marca el inicio de los movimientos de Vanguardia del s.XX, de la modernidad, del arte como lo entendemos ahora. Entonces, se consideró como una negación del arte. El no-arte dónde todo era válido. Una auténtica provocación para la época.

Los componentes del grupo, liderado por Hugo Ball, se reúnen en territorio neutral, Suiza.
El Cabaret Voltaire de Spiegelgasse en Zurich, que hoy en día es un centro cultural,  se convierte en su refugio, en el templo donde la razón da paso a lo absurdo. Un lugar donde dar rienda suelta al subconsciente sin ninguna restricción y sin ninguna lógica.
Recitaban poemas sin sentido producto de la escritura automática, cantaban, se disfrazaban, actuaban bajo improvisación. El azar era el ingrediente principal. Realmente, podría considerarse es el inicio del performance que madurará años más tarde de la mano de Beuys con Fluxus o con el Happening.




En otra ocasión, Max Ernst, Arp y otros dadaístas hicieron una exposición en Colonia, en un local donde se entraba por el cuarto de baño, previo pago. Una niña vestida de primera comunión esperaba en la puerta a los asistentes repitiendo palabras obscenas. Ofender, escandalizar y provocar era su objetivo. Lo consiguieron, ya que la policía tuvo que cerrar la exposición. Pero inventaron lo que nos parece hoy "moderno y transgresor", hace ya un siglo. Fueron los visionarios del Arte contemporáneo.