sábado, 2 de febrero de 2013

Visionarios

Como he confesado anteriormente, si pudiera entrar en la máquina del tiempo, uno de los momentos escogidos sería asistir a una de las reuniones dadá que tenían lugar en los cabarets de principios del siglo XX. Los cabarets de entonces eran considerados lugares transgresores, casi clandestinos. Escándalo y excentricidad que se unían en figuras como la de Josephine Baker en el París de los años 20.

Pero hubo otro tipo de cabarets que sirvieron como lugar de reunión de artistas y pensadores que fueron los creadores del movimiento moderno. Aquí es dónde empezó todo. El desánimo, perdida de confianza e incertidumbre que se vivía en el periodo de entreguerras, influyeron para que un grupo de artistas con la misma ideología, iniciaran un movimiento llamado dadá. Se trata de una ruptura total con lo establecido, con el clasicismo y que marca el inicio de los movimientos de Vanguardia del s.XX, de la modernidad, del arte como lo entendemos ahora. Entonces, se consideró como una negación del arte. El no-arte dónde todo era válido. Una auténtica provocación para la época.

Los componentes del grupo, liderado por Hugo Ball, se reúnen en territorio neutral, Suiza.
El Cabaret Voltaire de Spiegelgasse en Zurich, que hoy en día es un centro cultural,  se convierte en su refugio, en el templo donde la razón da paso a lo absurdo. Un lugar donde dar rienda suelta al subconsciente sin ninguna restricción y sin ninguna lógica.
Recitaban poemas sin sentido producto de la escritura automática, cantaban, se disfrazaban, actuaban bajo improvisación. El azar era el ingrediente principal. Realmente, podría considerarse es el inicio del performance que madurará años más tarde de la mano de Beuys con Fluxus o con el Happening.




En otra ocasión, Max Ernst, Arp y otros dadaístas hicieron una exposición en Colonia, en un local donde se entraba por el cuarto de baño, previo pago. Una niña vestida de primera comunión esperaba en la puerta a los asistentes repitiendo palabras obscenas. Ofender, escandalizar y provocar era su objetivo. Lo consiguieron, ya que la policía tuvo que cerrar la exposición. Pero inventaron lo que nos parece hoy "moderno y transgresor", hace ya un siglo. Fueron los visionarios del Arte contemporáneo.











1 comentario:

  1. Siempre creía que el movimiento dadá había empezado en Francia como precursor del surrealismo. Muy interesante!!
    Y el vídeo es una obra de arte!
    Ojalá tuviésemos hoy en día el valor de ser trasgresores como lo fueron.
    Gracias Nanillas por compartir esto!
    Diego

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